No corra riesgos gracias al game testing
Me encanta la escalada.
Me encanta escalar, aunque me aterre. Me fascina que mi vida dependa de un trozo de cuerda y unas piezas de metal. Lo hago porque confío en que las herramientas que utilizo se han diseñado para soportar grandes pesos, un uso prolongado y caídas largas.
Pensemos, por ejemplo, en un mosquetón. Estos pequeños eslabones metálicos deben cumplir unos criterios muy específicos en cuanto a la fuerza aplicada que pueden soportar, y los criterios son mucho más exigentes de lo que una persona normal puede necesitar. Además, se ponen a prueba contra todo tipo de uso indebido. ¿Qué pasa si un mosquetón se engancha al revés? ¿Y si tiene una carga transversal? ¿Qué ocurre si el gatillo se atasca en la cuerda, si se usa para escalar en hielo, si se tira contra las rocas 200 veces antes de usarlo...? Si un producto no se pone a prueba, podría romperse y causar graves daños al usuario y, en consecuencia, muchos problemas para el fabricante.
Me encantan los videojuegos.
¿Ve por dónde voy?
Está claro que, al menos en términos de daño físico, si el juego se lanza y la infraestructura se rompe inmediatamente, el estudio de videojuegos no queda tan expuesto. Pero las consecuencias económicas pueden resultar devastadoras. Se esfuman meses de desarrollo, si no años, porque el volumen de jugadores durante el margen de lanzamiento impide que la comunidad descubra su juego. Pasados un par de días, los jugadores se centrarán en otra cosa y es poco probable que le den una segunda oportunidad a su título. Este error se paga caro.
Así que, cuando el probador de juegos haya testeado su juego en todo tipo de escenarios controlados (playtesting, usabilidad, QA funcional, QA de cumplimiento…), tiene que asegurarse de dedicarle unas sesiones en un "medio no controlado". Diría que basta con "una sesión", pero aún no he visto que un título pase por una ronda de pruebas de carga y salga indemne. Como un reloj, el ciclo de uso de los escenarios del mundo real es de anticipación, sorpresa y horror, y unos días o semanas después... se lleva a cabo otra sesión de pruebas de carga con un producto mejorado.