A muchos desarrolladores y distribuidores les cuesta comercializar sus juegos, así que no se sienta mal si es uno de ellos. Como le dirá cualquiera que haya trabajado en marketing de videojuegos (o en cualquier otro tipo de marketing), el marketing es extremadamente complejo. De hecho, puede resultar el paso más difícil en el proceso de desarrollo de un juego.
Escribir, diseñar, codificar y probar un juego ya es bastante complicado de por sí, y convencer a la gente de que lo juegue es toda una odisea aparte. Debido a una competencia encarnizada, el aumento de costes y más bases que cubrir que nunca, la comercialización de un juego se puede asemejar a un episodio de Mad Men.
Aunque cada caso es diferente, hay algunas razones clave por las que el marketing de videojuegos puede parecer tan abrumador. En este artículo, desglosaremos qué hace que esta disciplina sea tan complicada y cómo puede usted mejorar en ella.