Una persona trabaja en un ordenador de sobremesa

Un proceso de testeo de videojuegos más holístico

Cómo la consolidación de FQA y LQA mejora la experiencia del jugador


El control de calidad funcional (FQA) y el control de calidad de localización (LQA) suelen considerarse servicios independientes. Pero, si bien son distintos, separarlos puede suponer una desventaja para distribuidores y desarrolladores. La integración de FQA y LQA como parte de un proceso holístico de pruebas puede reportar varias ventajas, entre ellas:

  • La reducción del plazo de entrega
  • Menor necesidad de la intervención del cliente
  • Una experiencia de usuario más consecuente en todos los mercados
  • Mayor calidad del producto
  • Mayor rentabilidad
  • Una comunicación optimizada

Nos sentamos con algunos de los expertos en pruebas de Lionbridge Games para que nos expliquen la importancia de centralizar el proceso de testeo.

¿Necesita refrescar los conceptos básicos? Consulte nuestra guía introductoria al control de calidad: Nociones básicas del testeo de videojuegos.

Tradicionalmente, los distribuidores y desarrolladores han requerido FQA y LQA como servicios separados. Por esta razón, surgieron muchas empresas «a la carta», que fragmentaron el mercado y obligaron a los distribuidores a recurrir a múltiples socios para completar un solo juego. Se obtenía el control de calidad funcional de un proveedor especializado en FQA, el control de calidad de localización de un proveedor especializado en LQA, el audio de un proveedor especializado en sonido, y así sucesivamente.

En gran medida, esto no ha cambiado. En el sector de los videojuegos, la mayoría de las empresas de servicios tienen un ámbito de oferta reducido: solo un puñado de proveedores afirman estar especializados en múltiples áreas, y aún son menos los que realmente lo están. Pero ¿qué problemas conlleva esto?

«Muchos proveedores y desarrolladores no se dan cuenta de que todos estos servicios (localización, audio, FQA, LQA, investigación de jugadores, marketing...) están relacionados», afirma Michal Blonski, director de pruebas sénior de Lionbridge Games. «Es un mérito optimizar con un único socio que no solo comprenda las necesidades del videojuego, sino también su historia, mecánicas de juego, terminología, lenguaje e incluso matices culturales. Al conocer su título de manera tan estrecha, el proveedor se convierte en una extensión suya».

Este también es el caso de los diferentes servicios de pruebas, puesto que están considerablemente entrelazados.

«Tanto los controles FQA como LQA desempeñan un papel crucial para garantizar que los jugadores disfruten de una experiencia excelente», explica Damian Domach, director de pruebas de LQA de Lionbridge Games. «Esencialmente, no hay ninguna circunstancia en la que solo se requiera FQA o LQA y, sin embargo, nos encontramos con muchos clientes que solo solicitan uno de los servicios».

Si recibe FQA y LQA de distintos proveedores, es posible que no esté sacándole todo el provecho posible al servicio.

¿Cuáles son los riesgos potenciales de contratar FQA y LQA como servicios separados?

Los servicios independientes implican equipos separados en lugares separados. Si esto parece una pesadilla en términos de comunicación, es porque lo es.

«Tenemos dos proveedores distintos con normas, procesos y herramientas diferentes que intentan alcanzar el mismo objetivo», afirma Greg Blonski, nuestro director de pruebas. Las empresas no pueden compartir recursos, colaborar en tiempo real ni comunicarse sin un tercero: el desarrollador.

Al segregar los controles FQA y LQA, se interpone el riesgo de conflictos, malentendidos e incoherencias entre los equipos. Cuando surgen problemas, se requieren constantes intervenciones para resolverlos, lo que puede aumentar los tiempos de respuesta y detraer recursos importantes de otras tareas.

«El desarrollador se convierte en el intermediario que transmite la información de un equipo a otro. En estos casos, algunas cuestiones se pierden entre el caos y no se abordan nunca», explica G. Blonski. «Mientras tanto, un equipo unificado podría haber resuelto un problema en el tiempo que se tardaría en contactar con el cliente».

Esta comunicación a tres bandas no solo puede dar lugar a que se pasen por alto errores, sino también a que se duplique el trabajo. El control de calidad funcional comienza mucho antes en el ciclo de desarrollo, lo que permite al equipo funcional desarrollar un conocimiento exhaustivo del juego y de sus mecánicas, características y posibles problemas. Este conocimiento es inestimable y puede prestarse a un plan de pruebas más eficaz y eficiente. Sin él, el equipo de control de calidad de localización debe empezar de cero.

«Cuando los equipos no utilizan herramientas de seguimiento en común, no hay un registro claro de todos los casos de prueba, problemas y resoluciones. El equipo de LQA debe hacer su propio proceso de descubrimiento, y los pasos acaban repitiéndose. Esto no solo entorpece la calidad general de las pruebas, sino que también se acaba pagando dos veces por el mismo trabajo», afirma Domach.

Está claro que adquirir FQA y LQA por separado plantea desventajas tanto para los desarrolladores como para el usuario final. Además, centralizar los procesos aporta ventajas únicas.

¿Cuáles son las ventajas de consolidar FQA y LQA en un único proveedor?

Tener a ambos equipos bajo el mismo techo permite la comunicación y colaboración fluida. Si surge un problema, puede solucionarse rápidamente e internamente, por lo que no se requiere la intervención constante del cliente. Al liberarse de la carga de tiempo y esfuerzo que esto supondría, el desarrollador puede centrarse en otras tareas importantes. Ya no necesita coordinar varios equipos ni confeccionar informes fragmentados; en su lugar, un proveedor puede gestionar los equipos internos y proporcionar informes completos desde una única fuente.

Además, el equipo de FQA puede compartir la información y los resultados con el equipo de LQA, y viceversa. Los equipos unificados pueden compartir información importante del proyecto para evitar la duplicación de trabajo.

«Cuando los equipos funcionales y lingüísticos trabajan juntos como un todo, tienen tiempo de sobra para familiarizarse con el título y obtener información anticipada sobre la exploración de contenidos. Se pueden desarrollar y compartir soluciones para posibles bloqueos y problemas funcionales. Esta implicación temprana no solo permite al equipo de FQA definir los procesos con eficacia, sino que también les sitúa como expertos en la materia a los que el equipo de LQA puede consultar», afirma Steffen Strohmann, otro de nuestros directores de pruebas.

M. Blonski nos da más información al respecto. «En algunos casos, los procesos de LQA y FQA pueden producirse simultáneamente. Este suele ser el caso de las actualizaciones de contenido o los DLC, en donde el material localizado puede estar disponible antes en el ciclo de desarrollo. En estas ocasiones, permitir que los procesos de LQA y FQA se solapen puede ayudar a acelerar las pruebas».

Más allá de la asistencia diaria, integrar ciertas tareas de LQA durante las primeras fases de FQA resulta muy beneficioso (por ejemplo, la preparación global centrada en la implementación de caracteres, el espaciado de la IU y la legibilidad). Compartir estos descubrimientos con el equipo de LQA antes de que comiencen sus pruebas mejora significativamente el flujo de trabajo y reduce el tiempo dedicado. Este proceso más fluido y eficaz no solo reduce los plazos de entrega, sino que también mejora la experiencia general del jugador.

Trabajar con los mismos procesos y herramientas permite a los equipos registrar, supervisar y resolver meticulosamente los problemas sin el boca a boca. Las pruebas se realizan de forma estandarizada y con metodologías y normas uniformes, lo que reduce los malentendidos, los conflictos y los errores no detectados.

«La colaboración ayuda a ambos equipos a detectar y solucionar los problemas en una fase temprana del proceso de desarrollo, lo que reduce el riesgo de correcciones costosas y actualizaciones posteriores al lanzamiento», afirma Domach.

La consolidación de los procesos de FQA y LQA también permite realizar pruebas iterativas: después de cada ronda de correcciones, tanto el control de calidad funcional como el control de calidad de localización pueden realizarse de nuevo para garantizar que las correcciones no hayan introducido nuevos problemas. Así se garantiza la coherencia en los procesos de traducción, control de calidad y pruebas funcionales, lo que resulta en un producto final de mayor calidad y cohesión.

Hacia un proceso de pruebas más holístico

En última instancia, tanto el proceso de FQA como de LQA pretenden ofrecer la mejor experiencia posible al usuario. Avanzar hacia un proceso de pruebas holístico logra la mayor satisfacción del usuario y el éxito en el mercado global, al tiempo que mejora la rentabilidad, reduce los plazos de entrega y agiliza la comunicación. Cuando ambos equipos tienen un conocimiento amplio del proyecto de principio a fin, cada aspecto del juego se prueba a fondo y se prepara para su lanzamiento.

A medida que la industria de los videojuegos sigue evolucionando, también lo hacen las expectativas de los jugadores. El uso conjunto de FQA y LQA permite a distribuidores y desarrolladores satisfacer —y superar— estas expectativas con productos de alta calidad, sólidos desde el punto de vista funcional y adecuadamente localizados.


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AUTORA
Abigail Smathers